viernes, 18 de septiembre de 2009

Por fin, fin.

Pensé poseer una brillante memoria en cuanto a recordar momentos se tratase. Pensé que todos no se acordarían y yo en cambio, me guardaría en el recuerdo. Es más, pensé que era incapaz de olvidar cada uno de los detalles de nuestra extraña y anónima historia.
Pensé mal, el tiempo no curó todo pero consiguió adentrarme en el olvido, logró perderme en mi misma, borró lo que yo no pude y se encargó de robar mi arropada memoria mientras hacía de mí alguien que se fija en ti por "primera vez", convirtiéndome en quien encuentra excusas para estar a tu lado, transformándome en la inocente que sin querer buscabas, aquella a la que le costaba no sonreir.

Y es ahora cuando sin recordar nada digo adiós. Sé que si me visitara tan solo un recuerdo, no podría hacerlo.


18 meses es mucho tiempo y tú mereces ser feliz.