viernes, 30 de septiembre de 2011

en breve


Otro año más y se repite la historia. Las mismas experiencias, diferentes almas. Hora de saber que la pena vale, que los recuerdos ya están hechos, que familia es quienes tras la puerta de la entrada se encuentran, que Madrid nunca dejó que solo estuvieses, que es la ley de la manada, que la experiencia es un grado y aquí un regalo, que quien no lo haya vivido no tiene derecho a juzgarlo.
Feliz fin de novatadas.



P.D: Y la canción elegida es: I just called to say I love you. 221,222,332. Fortuna quienes tras estos números se encuentran.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Curioso

cuando te das cuenta de que quienes hacen de Madrid lo que es, no son los que aquí nacieron.

viernes, 23 de septiembre de 2011

INQUIETA

como la vida misma.

martes, 20 de septiembre de 2011

Vocación

Aquella que posee quien no encuentra una razón lo suficientemente convincente como para callar a quienes preguntan por qué esa carrera. Sea cual sea y donde quiera que esté. Y eso es lo que hasta ayer había creído, pero me encontré con él.
No son muchas las asignaturas que convalidan a quienes comenzaron con el plan de medicina del ' 74. Sí suficientes para sentir que no parten de cero.
Eran tiempos difíciles los que vivieron aquellos que un día en las mismas sillas que yo se sentaron. No todos los bolsillos eran iguales y los de él no estaban especialmente llenos. Se encontraba cursando tercero de medicina, en las aulas a las que asistió Severo Ochoa como otros tantos, unos 50 años más tarde. Aulas que, según su temblorosa voz, se encontraban llenas de alumnos hasta tal punto que muchos de ellos llevaban en sus brazos y junto a sus apuntes, una silla plegable por si no encontraban sitio, que ,de hecho, era lo más usual.
Él no pudo continuar. Cambió el estudio por el trabajo. Los libros por el kiosko. Los compañeros por los clientes. Y créanle cuando dice que era la única opción. Nunca se casó, no tuvo hijos y, aparentemente, tan sólo regaló su historia en un cambio de hora a quienes tenía más cerca. Casualmente yo estaba ahí. Porque sí, a día de hoy, tras una merecida jubilación, ha decidido continuar su carrera. La misma que con infinita tristeza dejó hace décadas. La misma en la que ha pensado durante tantos y tantos años. La misma que engrandeció a los que un día fueron sus amigos. La misma que tanto añoró. La misma que parece haberle esperado durante tanto tiempo. La misma que ha vuelto a él. Porque ella es el gran amor de su vida y la mayor vocación de todas se encuentra en él.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Lo sé

Es grave. Y yo diría que mucho. Inesperado pero no nuevo. Se veía venir. Se me había olvidado. Es descriptible. Hacerlo peligroso. Inusual apariencia. Imperfecto. Real. Muy lejos de lo normal. Imposible. Tentado de no serlo. Y aún así no sé de qué se trata, en qué consiste y qué debo hacer. Lo único que sé es que, sea lo que sea, me ha llevado hasta aquí. Y eso es grave. Y yo diría que mucho.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Mañana, otra vez.

Y ya no escribo y es porque tengo miedo. Miedo a no reconocerte y miedo a querer quedarme. Miedo al por qué y más miedo al por qué no. Miedo a todo lo conocido y muy poco a lo que no lo es. Miedo a los cambios y a las no rutinas. Miedo a atarme a las cuerdas de Hendrix, otra vez. Miedo al tiempo y a todo aquel que consciente de este sea. Miedo a lo establecido. Miedo a aquello que no lo está. Miedo al olvido y a no poder olvidar. Miedo al quiero y al no querer jamás. Miedo al miedo. Miedo a volver a abandonar. Pero cómo vivir sin miedo si con él no se está tan mal.