sábado, 24 de octubre de 2009

Hoy soñé

lo que me llevan repitiendo cada noche antes de dormir durante los últimos diecisiete años.

sábado, 10 de octubre de 2009

salir

para no entrar de nuevo.

Algo así

Algo así como dormir mientras llueve.
Algo así como ver la tele bajo una manta.
Algo así como un beso en la frente.
Algo así como una camiseta holgada.
Algo así como tu olor.
Algo así como las madrugadas.
Algo así como un diario.
Algo así como mi almohada.


Así, algo dejará de ser nada.

jueves, 8 de octubre de 2009

Adoro

Adoro escuchar música que nunca antes había oído.
Adoro no pensar en nadie.
Adoro estar durmiendo y ser consciente de ello.
Adoro algunos rizos de mi pelo.
Adoro tener dudas y no problemas.
Adoro las mezclas de colonias.
Adoro escribir en las agendas de los demás.
Adoro que no sepas que día es mañana.


Lo sé, soy buenísima para las fechas.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Extraordinary

Quiero sentir miles de cosas. Quiero saturar mi mente de emociones. Quiero sentirme viva, como nunca antes lo había estado.

sábado, 3 de octubre de 2009

espera un HOY

Aprendí a echar de menos hace tiempo. Seguí los pasos que no estaban pautados. Canalicé millones de sentimientos. Puse una meta a mi aprendizaje.
Los resultados fueron mejores de lo esperado, olvidé lo que hacía daño y memoricé el por qué de lo que hacía, me aparté del tiempo, y esperé una evolución tranquila. Cerré por voluntad la puerta que me separaba de la gente que quería interrumpir mi espera, me apoyé en quien tenía fe y deseé agradecérselo siempre. Pensé que al conseguir no echar de menos, obtendría una señal de vuelta a cambio. Pensé que pasara lo que pasara, cambiaría dentro de unos márgenes, para que me siguieras reconociendo. Pensé mucho y me equivoqué más aún.

No te esperaba a ti, esperaba a la parte de mí que se había ido contigo.

viernes, 2 de octubre de 2009

Pack imperfecto

Ahora es tarde e inevitable que dejes de resaltar.



Vengo con daño incorporado.

jueves, 1 de octubre de 2009

marea

Había olvidado los fugaces dolores de barriga, la torticulis dominante de mi cuello, el calor de mi cabeza, el frío de mi cuerpo, el tartamudeo de mis manos, el cansancio de mis gestos.

Quizás yo no sabía qué esperaba durante tanto tiempo, quizás esto tampoco lo sea, pero si algo sé, es que volver a recordar la marea de emociones que eleva ganas y descubre sueños, vale la pena.