miércoles, 1 de mayo de 2013

frío en los dedos

A veces divido a la gente en aquellos que inspiran, en aquellos que copian y en aquellos que admiran.

1, Los que inspiran, admiran a quienes los admiran. 
2, Los que admiran, inspiran a quienes los inspiran. 
3, Los que copian, creen inspirar a quienes los admiran y admiran a quienes los que inspiran admiran. 

Si vas a buscar personas que inspiren no las encontrarás en ningún blog, tampoco en este, no las hallarás en ningún canal o emisora, no toparás con ellas en revistas, tampoco en los mejores libros, créanme, a todos esos lugares viajé con esa intención. Si te quedas a vivir aquí, serás de los terceros. Si nunca pasas por aquí, difícilmente sabrás reconocerlas cuando las veas. 

Cuando las encuentres irás despistado, creerás no estar preparado y en ese momento no pensarás. Se te rayarán los ojos, no recordarás si llevabas las manos en los bolsillos o si las tenías frías, incluso aunque no te diese igual. Sonreirás y nadie te estará mirando. Sentirás. Darás las gracias a lo que quiera que te haya llevado ahí, ya sea la rutina, ya sea el destino, ya sean los dos. Y lo más importante, seguirás como si nada hubiese pasado, aunque tus pisadas acaben de cruzar la línea del antes y el después.
No lo olvidarás y no se lo contarás a nadie. 

A partir de entonces y tras admirar a quien te inspire, inspirarás a quien te admire y quien te admire llegará a inspirar. 

La inspiración es la fusión perfecta entre la magia, la idea y las circunstancias. 
Es una fuente de sí misma, estas palabras nacieron de ella. 
No sigue moda alguna y es el mayor RELEVO de todos. 


P.d: esta teoría es tan cierta como el significado de las fotos que están más cerca de donde dormimos.