jueves, 1 de octubre de 2009

marea

Había olvidado los fugaces dolores de barriga, la torticulis dominante de mi cuello, el calor de mi cabeza, el frío de mi cuerpo, el tartamudeo de mis manos, el cansancio de mis gestos.

Quizás yo no sabía qué esperaba durante tanto tiempo, quizás esto tampoco lo sea, pero si algo sé, es que volver a recordar la marea de emociones que eleva ganas y descubre sueños, vale la pena.