-A veces piensas hacer cosas que crees que vendrán mejor para el futuro, luego te das cuenta de que hay muchas otras que no puedes quitar de tu vida.
-No he visto a nadie que tenga tanta felicidad como tú.
-Sólo hay un camino hacia la felicidad y ese parece ser el de olvidar. Yo, ya lo he cogido.
-Mi vida es demasiado aburrida sin una persona como tú en ella.
-Las cosas que te digo y te duelen te las digo porque te quiero y sé que lo mejor es que te enfades conmigo y nos alejemos. Pero cambio de idea muy rápido y me arrepiento.
-Si te queda algo de confianza en mí, créeme cuando te digo que esa persona eres tú.
-Querer no es siempre poder.
-Me paso hora tras hora mirándote.
-Yo me quedaré estudiando y pensando en ti, como cada noche.
-No decido de quién me enamoro, eso me sale de dentro.
-Te quiero con todas mis fuerzas.
-Te quiero por....¿dónde está el infinito en el teclado?
-Y...¿si te cansas de esperar o me canso?
-Tú eres como eres, yo soy como soy, ellos son como son,...y yo te quiero como eres.
-A ver si el destino hace que aparezcas y me alegres la tarde.
-No puedo estar sin ti, nada sería lo mismo, no tendría mi mundo.
-Eres la persona a la que siempre había querido proteger y no te protegí de mi mismo.
-¿Quieres que cuente la mejor historia que conozco?
-Si te aplasto de mato, y eso me mataría a mí.
-Eres como un rayo de luz en las pésimas vidas de las personas.
-¿Somos más que novios recuerdas?
-Como para olvidarlo y olvidarte.
-Me conozco cada lugar de tu techo.
-Besé a esa camiseta mil veces.
-Entonces tendré que recoger mil besos de la camiseta.
-Nunca llores, que quede claro que yo no merezco tus lágrimas.
-Lo que siento por ti ya no tiene nombre, es más que el querer, es más que el amor.
-¿Se necesitan los labios para quererte?
-Cierro los ojos, respiro y pienso que estás ahí. Luego me despierto y no te veo.
-La vida se ha portado muy bien conmigo y te ha puesto en mi camino para alegrármelo y así ser felices.
-Eres mi primer amor verdadero. Aquel que se recuerda. La primera por la que daría todo toda la vida.
-Yo en la calle y tú en el balcón, sin nadie por medio. Los dos con una sonrisa. Se veía que nos queríamos.