Seis horas al día no son suficientes. Es difícil escribir poco y tener mucho que decir.
Imagínate que fuera en serio, que comienza con una bobada escondida entre las mil que sin querer y queriendo suelto al día. Imagínate que mis ojos comienzan a buscarle independientes de mis absurdas órdenes. Imagínate que termino grabando donde quiera que encuentre su largo nombre. Imagínate que llegue a borrar todos los que fueron mis esquemas. Imagínate que la búsqueda que no he querido empezar, haya concluido. Imagínate que no necesite dormir para vivir un sueño. Imagínate que mi realidad cambia por completo y sea completamente feliz.
Pensé poseer una brillante memoria en cuanto a recordar momentos se tratase. Pensé que todos no se acordarían y yo en cambio, me guardaría en el recuerdo. Es más, pensé que era incapaz de olvidar cada uno de los detalles de nuestra extraña y anónima historia.
Valor, es lo nace desde el rincón más apartado de ti cuando sin querer cambiamos los puestos. Cuando tú buscas y yo me pierdo. Es lo que fluye a través de tu inquieta mirada al verme pasar de largo. Es sentimiento que lucha contra tu suave impotencia de no poder olvidar. Valor es cuando arriesgas palabras y desperdicias silencios. Es el quererme por no alcanzarme. Es comenzar sin continuar con lo acabado. Valor es el lanzarse y contarlo. Es no arrepentirse de haberlo hecho. Es admitir que soy tu anónimo secreto. Valor es confiar en conseguirme. Es esperar que vuelva y si no lo hago, seguir esperando. Valor es liberar los pies y darles rumbo a donde ellos decidan. Es saber que vendrán a buscarme. Es querer que lo hagan. Valor es reconocer que en este mundo de diferencias, lo especial es que en el fondo seamos iguales. Valor es todo lo que siempre fuiste y todo lo que ahora deseas ser.
Hace unos días que me fijo en él. No se lo he dicho a nadie, aunque quizás mañana se lo cuente a ella. Tan solo me sé su nombre y lo que le gusta hacer en el recreo. Nunca le he hablado, ni le he dedicado un fugaz "hola". Me gustaría conocerlo, ser su amiga. Saber lo que piensa y en quién se fija él en estos momentos. Sería un poco más feliz si me mirara de vez en cuando, si se percatara de que existo. Parece una persona protectora, fuerte por dentro y me inspira confianza. Podría buscar una tonta excusa y terminar conversando de cualquier absurdo tema con él. Quizás me llegue a gustar de verdad, aunque es poco probable. No tiene el aspecto de los que me suelen llamar la atención, pero no tiene por qué ser algo negativo. En estos momentos soy consciente de la batalla que se forma entre lo que pienso y lo que siento. Me deseo suerte a mi misma. Soy experta en enamorarse por impulsos como estos. Antes de terminar, debo admitir que posee la sonrisa más bonita que mis ojos hayan visto.
Por muchos corazones rotos escondidos.
Y dime por qué me lo tomo como tal. Nada me obliga a esperar, a desaprovechar tiempo material, a gastarlo mirando fijamente un punto deseando que aparezcas. Dime por qué cuando la gente abre mis ojos, me los cierro de nuevo. Por qué me encanta difuminar la realidad, deshacerme por completo de aquello que me fuerza a cambiar y por lo tanto a olvidar. Dime por qué soy fiel al vacío, a la soledad que sin ti me persigue, a las luchas sin ruido, a no saber en qué consiste. Por qué no puedo mirarte a los ojos si soy amante de ellos. Por qué mi sonrisa se despliega cuando la tuya la impulsa. Dime por qué he llegado hasta aquí, es más, explícame cómo lo he hecho, a dónde viniste a parar y cuándo conseguiste entrar para quedarte. Sin decir nada, regalando todo.
Cuando deseas con impaciencia que llegue quien un día se fue.
El ambiente ya está preparado. La gente comienza a invadir la plaza de noche y las luces guían sus pasos. Los puestitos están montados, el escenario comienza a ser testigo de inumerables actuaciones. Las atracciones se levantan con pereza, la tómbola grita de cerca, suena música de feria. Todas las calles van hacia allí, ninguna se pierde en el iluminado camino de septiembre. El frío baila entre las personas. La magia de los momentos que vendrán se instala en los grises adoquines, y se acoge en el oscuro cielo que nunca duerme. Y así, tantas caras que se reconocen y se saludan a lo lejos, tanta multitud que participa en este perfecto marco, tanto polvo de estrellas que se desvanece en quienes abran las manos, se vuelve a dar la bienvenida a todos los que llegan, a todos los que vuelven, y a todos los que nunca se han ido.
No puedes aguantarme la mirada más de cinco segundos seguidos, no puedes sonreirme cuando digo algo que te agrada, no puedes reirte cuando cuento algo que hace gracia, no puedes señalar alegría al verme, no puedes elegir caminar por el lado que me encuentre, no puedes darme unas palmaditas en la espalda, no puedes tocarme, no puedes ser efusivo, no puedes permitir el mínimo roce, no puedes preguntarme qué tal todo si yo no lo he hecho, no puedes mostrar sensibilidad ante mí, no puedes darme un abrazo sin venir a cuento, no puedes demostrarme que sabes que me voy, no puedes darte la vuelta para ver si yo lo hago.
Sí, quiero tenerlo todo planeado, perfectamente calculado y analizadas las posibles variables. Quiero dirigir el diálogo hacia donde sin querer elija, quiero que me veas exactamente en el segundo que me ves, quiero tener una provisión de lo que dirás para mis preparadas respuestas, quiero darte la imagen de mi "yo hoy" que me gustaría que captaras, quiero saber como manejar las situaciones antes incluso de que se presenten, quiero tener ensayadas las miradas para los comunes momentos de inseguridad, quiero controlar el tiempo y aprovecharlo para algo que recordar cuando este se agote, quiero llevar a cabo unos márgenes de seguridad en los temas de conversación, quiero conseguir que todo termine mejor de como empezó desde que me percaté que entrabas en escena, y por lo tanto, desde que mi mente ideó sin querer el tenerlo todo planeado.
cuando veas que ya no poso mi mirada en tus infinitos ojos
Tengo ganas de ser libre, libre de mi misma, libre de lo que pienso, de lo que espero, de lo que lucho. Quiero ser libre al levantarme cada mañana y al acostarme cada noche. Quiero ser libre cuando te miro, cuando espero que tú también lo hagas. Quiero ser libre de mis emociones, de mis sentimientos, de todo lo que dentro de mí se esconde. Quiero ser libre del pasado, libre del recuerdo y de lo que me hace volver atrás. Libre de los objetos. Libre de los sueños traicioneros. Libre de las canciones, de las fechas, del tiempo. Quiero ser libre, libre sin más, sin menos, tan solo libre. Libre de ti.
En estos últimos meses el 60% de los españoles ha tenido un amor de verano. Sin duda quien quiera que esté por ahí arriba, no se acuerda de mí.